Ya sea que se vaya por la mañana o no, mamá es la que trabaja más duro. Cocina, limpia y elabora lo que más importa:
"los momentos cotidianos." Puede convertir una taza de arroz, tres tomates y una lata de jamonilla en una comida. Puede hacer que valga la pena disfrutar juntos de cinco minutos en las mañanas.
Puede que no sea maga. Pero lo que hace es pura magia.
Mamá hace de cada momento mágico.